Monday, July 25, 2005

Un cuento de Hadas…Joven ecuatoriano de 16 años ficha por Real Madrid…(Parte 2)

MADRID.- El ecuatoriano Fernando Guerrero (tercero de izquierda a derecha, en la fila de abajo) en el Real Madrid.

Un Guerrero en el Madrid
El futbolista pasó una prueba entre 100 jóvenes y fichó por Real Madrid.

El Real Madrid ya tiene sangre ecuatoriana.
Fernando Guerrero Vásquez, un muchacho nacido en Quito hace 16 años, es una de las promesas que fragua en la cantera del mejor equipo del mundo y acaba de firmar una cláusula de rescisión por 7’300.000 dólares por tres años más con los merengues.

Fernando recaló en la ciudad de Madrid casi por casualidad. Era un niño cuando su padre, el futbolista José Lupo Guerrero, decidió buscarse la vida en Europa.

En el invierno de 1999, Lupo Guerrero llegó a Suiza con el fin de incorporarse a un equipo de segunda división. El reto era grande, pero lo alimentaba con los recuerdos de un pasado glorioso en el que defendió los colores de El Nacional, Barcelona, Espoli y los de la propia Selección Nacional. Pero más pudo el frío alpino e inclemente temporal, que lo empujó a tierras más cálidas hasta depositarlo en Madrid.

La capital de España es una gran metrópoli, engalanada por edificios señoriales, grandes plazas y monumentos tan emblemáticos como la neoclásica Puerta de Alcalá. La gente acostumbra a ir a los bares a tomar sidra, fumar un cigarrillo y bailar, cada fin de semana, al son que le toca el Real Madrid, en el estadio Santiago Bernabéu.

En medio del frenesí, José Lupo Guerrero –como la mayoría de inmigrantes ecuatorianos- pujaba por legalizar su estancia en España, porque solo así podría traer a su familia e impulsar la carrera deportiva de su hijo Fernando.

En 2001, el sacrificio de Lupo encontró su recompensa porque llegó la familia y, al poco tiempo, Fernando pasaba a formar parte del Real Madrid tras superar un proceso de selección en el que participaron 100 niños.

Desde entonces en el hogar de los Guerrero, situado en el distrito madrileño de Móstoles, se vive y respira fútbol. Fernando ha ido progresando y ahora pasará a formar parte del equipo juvenil C del Real Madrid, como en su día lo hicieron Gutti, Casillas y Samuel Eto’o (actualmente en el FC Barcelona). No ha sido fácil mantenerse y menos aún ganarse un puesto de titular, en el que unas veces utiliza el número 10 y en otras el 7.

“El muchacho se levanta muy temprano, porque en la mañana estudia en el colegio Felipe Trigo de Móstoles, y en la tarde tiene que hacer los deberes”, dice Lupo Guerrero.

Pero su hijo piensa más en el Real Madrid que en los propios estudios. Y una vez que concluye sus obligaciones de colegial, acude precipitadamente hasta el Metro, ya que debe viajar alrededor de una hora hasta el Polideportivo de Alcobendas donde entrenan las diferentes categorías del Real Madrid.

“Mi gran sueño es jugar en el estadio Santiago Bernabéu, con la camiseta del Madrid y junto a grandes figuras como Zidane, Beckham, Ronaldo, Raúl, Casillas”, confiesa Fernando, emocionado.

Corazón madridista
Lupo comparte plenamente los anhelos de su hijo y piensa en voz alta: “Si Zinedine Zidane, un hijo de inmigrantes argelinos se convirtió en la estrella de Francia, porque no puede pasar lo mismo o algo parecido con un hijo de inmigrantes ecuatorianos”.
En su niñez, Fernando jugaba en las divisiones menores de El Nacional. Era su equipo, y en aquellos años, también el equipo de su padre. Pero ya en España, el Real Madrid se metió en su corazón, y cada día se esfuerza por mantenerse en la plantilla titular, y por ganar uno de los premios más preciados para cualquier muchacho de la cantera madridista: hacer de pasabolas en el Santiago Bernabéu, en juegos de primera división.
Fernando ha ganado ese privilegio varias veces, con el valor añadido que en dos oportunidades presenció, al borde del campo, partidos de Copa de Europa.

BLANCOS

EL NACIONAL
Fernando Guerrero Vásquez formó parte del equipo infantil de El Nacional de Quito (donde militó su padre José Lupo Guerrero) antes de venir a España.

EL AJAX
Su padre, en primera instancia, pensó en probarlo en las categorías menores del Ajax de Holanda. Pero luego, ya que estaba en España, decidió que lo mejor era que su hijo probara suerte en el Real Madrid.

COMO UN DIABLO
Su madre Zoila Vásquez lo trata como “mi negrito” y dice que aunque es el más pequeño del equipo “corre como un diablo”.